lunes, 5 de octubre de 2009

Tus Cartas Amarillas (2)

Hace un par de fin de semanas, un domingo de resaka y ociosidad para ser exactos, mientras desempolvaba, adecentaba y reordenaba mi cuarto (y próximo walking closet de mi hermana, cuando me vieja me expectore de la casa por huevero), encontré entre arañas y telarañas, entre polillas hambrientas y panzonas, entre chanchitos, grillos y cucarachas inertes, cubiertos y/o despedazados por decenas de trabajadoras y ordenadas hormigitas, una carta, mejor dicho la copia de una carta, de amor escrita a mano por este servidor hace ya varios pares de años.

Y como en estos tiempos de tecnologías, correos electrónicos, y arrechuras virtuales, una carta de amor escrita a mano es una reliquia digna de ser publikada (y pork no tengo nada más interesante k escribir) os dejo esta histórica carta k alguna vez escribí, por las santas y putas huevas, a alguna de mis ingenuas ex, para ablandar, sin éxito, su arrocado corazón.

Si estan enamorados o si son hinchas de Coelho o son pajeros nostálgikos (leáse, vuelan cometa pensando en la ex), sientánse identificados al leer esta misiva. Caso contrario, burlénse nomás y excusen la cursilería.

Ahi les dejo pues, esta carta de amor que fue dejada, misteriosamente, intacta por las polillas hambrientas, y que ahora desarrugo y remembro, con esa linda y masokista melancolía, esas épokas en las que hube amado y, también, fui cagado.

Hola M:

Las palabras dichas o las escritas, las hojas de papel, los lápices o los teclados, los te kieros sinceros, nunka serán suficiente para demostrarte cuán importante eres en mi vida. Es realmente increíble y alucinante la manera en k te has entornillado en mi cerebro y en mi corazón. Entraste a mi vida de la manera más inesperada. Nunka esperé nada ni a nadie, pero llegaste tú, te apareciste, te cruzaste en mi kamino, y tuviste la conchudez de meterte en mi vida. Te lo agradeceré eternamente.

Todo comenzó como jugando. Una reunión juerguera fue el puntapie inicial de nuestra relación, la primera piedra, la inauguración, el principio de esta historia. Tú estabas en una relación k parecía predestinada al fracaso. Yo, como siempre, estaba solo. Ver pelíkulas fueron la excusa perfecta para nuestros primeros encuentros. Sólo eramos amigos, y hasta acercarme a ti me daba miedo. Por eso la canchita o algun cojín entrometido nos separaban a la hora de espectar las pelíkulas, k, me perdonarás, no rekuerdo cuales fueron. Seguimos planeando salidas e invitaciones, k muchas nunka se dieron. Pero el feeling ya estaba empezando a nacer.

Así es como esta historia empezó, sin planearla, sin esforzarla. Nos enamoramos y nos amamos. Me amaste y te amé. Te amé con todas las fuerzas del mundo. Pero somos eres humanos, y cometemos errores. A veces me gustaría ser Dios para ser perfecto. La cagué muchas veces y te alejaste. Pero ya sabemos k esa no fue la mejor manera de alejarte.

Ayer me preguntaste si estaba enamorado de ti. Te miré a los ojos, y te mentí. Sí, lo estoy, y siempre lo estuve. Siempre, desde k me di cuenta k era amor de verdad lo k sentía por ti. Te mentí por miedo al rechazo, por miedo a la competencia, por miedo a k tú no te vuelvas a enamorar de mí, por miedo a k te enamores de otra persona. Disculpa la mentira pero no pude evitarla. Y disculpame por seguir enamorado de ti.

Una vez me preguntaron cual es la principal o la más importante señal para darme cuenta k alguien es el amor de mi vida. Yo dije: paz. Esa paz interior k te trankiliza y te sube a las nubes, sabiendo y sintiendo k tienes como compañera a alguien k nunka te fallará, a alguien k siempre estará ahí, a alguien k te amará más en las malas k en las buenas, a alguien k con su mirada tu corazón palpita, a alguien k la sientes de sólo pensarla, a alguien k siempre estará enamorada de ti. Tú fuiste eso y más.

Hay muchas cosas k no me gustan de ti, y no pretendo hacerte cambiar. Además de eso se trata esto, ¿no?. No de estar ni buskar a tu clonación, ni esperar k hagan lo k tu kieres k hagan ni cambiar gentes como si fueramos sus amos. Sino de entendernos como somos, y complementarnos. Pero tambien hay muchas más cosas k me encantan de usted, señorita. Su sentido del humor, su creatividad para hacerme reir, su pasión y sus lokuras cuando me hacía el amor.

Tu te preguntarás, como me lo preguntaste esa tarde en la k almorzabamos ese plato con nombre impronunciable, ¿pork te kiero tanto? ¿pork hago tanto por demostrarte k te kiero, a pesar de todo lo k pasó, y a pesar k tu no me kieres de esa manera?. Yo me pregunto lo mismo y no encuentro respuesta logika ni racional. Me pegunto, mientra escribo estas lineas, k chucha hago tirándome una día laboral para escribirte esta carta k poko o nada servirá para ablandarte el corazón. Nadie merece nada en el amor, dicen. Pero la verdad no busko ablandarte el corazón ni hacerte cambiar de parecer. Eso depende de ti, yo ya hice lo k debí hacer.

Esta carta no es una declaración de amor, ni un utimatum para k vuelvas conmigo. Es sólo una manera más de demostrarte lo mucho k signifikas en mi vida, lo mucho k te kiero, lo mucho k te agradezco por dejarme entrar en tu vida. Es un agradecimento por darme el día más feliz de mi vida, es un gracias totales. Pero tambien es una manera de demostrarte k me dolió mucho lo k hiciste. Es por eso k esta carta es una manera escrita, de decirte, toma M, te regalo las oportunidades k kieras, gratis.

No sabemos k mierda pasará. Dejemos k el tiempo haga su trabajo. Yo sólo espero, y ahorita estoy pensando solo para mí, y en voz alta, k esta vez la suerte y el amor, tu amor, me acompañe.


Daniel


Tus Cartas Amarillas (1)

martes, 18 de agosto de 2009

It sucks to be me (Parte 2)

Envidio con toda el alma, esa alma que estoy convencido k no tengo pork no existe, pork es ficticia e ilusoria (aunke mi mamá, religiosa como yo no comprenderé, afirma y asegura k sí existe, y me advierte k mis blasfemias ateístas acabarán cuando vea mi alma salir flotando desde mi cuerpo inerte y k en ese momento me arrepentiré de todos mis pecados pero k ya será tarde y terminaré carbonizado en los infiernos post vida, pero yo sigo sin creerle pork soy agnóstiko y no creo el mundo haya nada mágico, ni sobrenatural, ni omnipotente, ni eterno, ni todopoderoso, nada a lo que haya que adorar, ni agradecer, la vida eterna no existe, la perfección no existe, el alma no existe), pero igual digo k envidio con toda mi alma pork suena fuerte, tajante, dictatorial y contundente, a todos akellos k nacieron con un don especial, con una destreza única, una aptitud envidable, una habilidad, física o no, k los hace diferentes de nosotros, los inútiles.

Envidio, por ejemplo, a los pastrulientos artistas, que fueron paridos con ese noseké k los convierte en admirables. A los sobrevaluados deportistas, k ganan un huevo de plata haciendo poko, sólo pork hacen muy bien algo k nosotros hacemos tan mal. Envidio, también, a los nerds, esos lenteojudos desesperadamente estudiosos, k si no pasa una desgracia mundial, terminarán siendo nuestro jefes (por eso nunka te burles de ellos). Envidio, esto sí es sana envidia, a los k vinieron a este mundo injusto, cruel y azaroso sabiendo ya lo k kerían ser o hacer, es decir, con un destino ya escrito.

Los envidio pork yo pertenezco justamente (¿esta bien escrito "justamente"?, o se dice justo) a ese selectivo e infortunado grupo de neonatos k llegan a la vida para nose ké carajos. Nacemos sin un futuro escrito y sin destinos predeterminados, lo cual podría sonar interesante, divertido y fílmico, pero creánlo, no lo es. Nacemos sin ninguna puta habilidad, la cual nos vuelve automáticamente en seres inhumanos inútiles, unos good for nothing. Daría hasta mi pene por re-nacer teniendo un futuro ya escrito, o una habilidad medianamente competitiva.

Es que no es bonito, keridos inkeridos, darse cuenta k he llegado a los 27 años, y me encuentro en el medio del averno (nose ké es averno, pero lo escuché en un poema y suena filosófico). Y en este caso el averno es la nada, o la mierda tal vez. El estrés y el aburrimiento diario son más k suficientes razones para darse cuenta k todo lo hago ya es por inercia. Cada vez k llego a mi kasa me siento un sonámbulo despierto, un fantasma perdido , un títere, o para describirlo mejor, un oso cirkense, k sólo vive para alegrar a los niños (como el Oso de Moris y Leuzemia).

Ustedes me dirán, chikos y chikas felices: haz lo k te gusta pues, cojudo. Y es ahí donde ésta situación se vuelve inciertamente dramátika. El problema no es sólo que no me gusta lo k hago, sino que no me gusta nada, nones, cero, ninguno, carencia, nulo, ni mierda. Estoy realmente cagado.

Esta situación me ha permitido hacer una rebobinación de la película de mi vida, para saber las razones de esta situación. Me echo en mi cama y me pregunto ¿en qué momento se jodió Daniel?

De niño jugaba ajedrez, y era bueno. Me gustaba pork le ganaba a todos mis amigos (claro, ellos preferían jugar pelota o ver calzones, en vez de honguearse jugando ajedrez). Ganaba todo torneo habido y por haber. Mi profesor de ajedrez, que increíblemente sigue vivo, ya me auspiciaba un futuro prometedor en el deporte ciencia. Me alucinaba Capablanca o Kasparov con mis enrokes y jakes mates. Pero un día me enamoré de M, mi primer amor, colgué los peones (pork el otro peón, el mío, ya se empezaba a inquietar), y renuncié a un éxito seguro.

También fui bueno en las matemátikas. Las medallas k alguna vez fueron doradas o plateadas, y k ahora son sólo latas oxidadas, k cuelgan en mi grisacea pared de mi cuarto, no me dejarán mentir. Era bueno con los números, y también me gustaba. Solía ser el profesor de mi clase, y hasta mis traviesas amigas me pagaban, algunas en especies, por enseñarles cómo resolver los clasikos ejercicios del tío Baldor. Sin embargo, los rones mataron las neuronas inteligentes k aun kedaban en mi cerebro, pork hace poko intenté enseñarle Aritmética Basica a un niño de cuarto grado, y confieso k desde k le dije por teléfono para tirar a la mamá de una amiga, pensando k era mi amiga, no habia sentido tanta verguenza.

También fui medianamente bueno jugando pelota, si hubiera nacido en La Victoria, en Breña, en el Rimac o en el rico San Juan ahorita estarían jugando en Europa, pero nací en un barrio más sano que respirar aire fresco, y mi madre, una ferviente y fiel seguidora de las reglas de la sociedad, me obligó a estudiar (estudiar, tal vez el verbo que más odio y odiaré). Por eso, cada vez que veo al Malingas, a Waldir o al negro Mendoza, siento k si yo jugaba, ya hubieramos ido al mundial.

Luego no recuerdo en qué más he sobresalido, porque hasta en canicas me ganaban. Mi extrañada M, los rones o mi mamá pueden haberme jodido la existencia. Nunca lo sabremos.

Pensaba, con el perdón de la cursilería, reflexionar sobre mi vida en estas Fiestas Patrias. Un viajecito sin destino, o una encerrona solitaria, o una cura de sueño para decidir qué quiero hacer con mi vida. Pero el malnacido de mi jefe me llamó mientras hacía mis maletas: "Daniel, el 27 debes presentar el informe a las 8am".

Creo k voy a desempolvar mi tablero de ajedrez.

It sucks to be me (Parte 1)

lunes, 18 de mayo de 2009

Pekeñas Infidencias (2)

Dicen k recordar es volver a vivir, pues en este caso, penosamente, no es así. La siguiente saga de archivados, empolvados, exiguos, gileros, y ahora-ridículos emails k intercambié con la desconocida D, no son precisamente para remembrar épokas cariñosas o samaritanas, ni tampoko se debe a un repentino dejavu virtualmente existencial, no, nada de eso. Las verdaderas razones del siguiente copied-pasted-sumarized-non-edited post es debido a la nula creatividad y a la imbatible flojera k impídenme escribir algo decentemente publicable, y la segunda razón, y la más importante, es para hacerle recordar a la desaparecida D k me debe un chifa hace más de dos años, y la excusa del "no tengo plata" ya me suena a hueveo. Así k este post va dedikado, con mucho kam lu wantan y salsa de tamarindo, a ella, a la gran D:

Mi keridísimo Danielito, ¿cómo andas? Espero ke bien y ke los gringos te estén tratando bien. ¿Casarme yo? Nada ke ver, sigo kon mi enamorado pero nada de matri, aunke me ha pedido ke vayamos a vivir juntos, pero ya sabes komo soy, así ke no hay nada asegurado. Miles de besotes en tu panzota ke espero este bajando.
D

Decídete pues, desconocida D. Dices k tienes miedo a terminar tu relación, pero también dices k ya te aburriste de tu chiko. ¡Mujeres carajo!. Mi panza, según yo, ya está en proceso de reducción. ¿Tú también estás a dieta?.
DANIEL

Aunke no lo kreas terminé kon mi enamorado. Te cuento luego. Pórtate bien y no peques mucho.
D

Hasta k apareciste disappeared, y veo k trajiste, como buena profeta, buenas nuevas. ¿Osea k ya estas soltera?, ¿osea ya tengo pases gratis para el Del Carajo todo el verano?. Por cierto, ¿no te conte k la despedida me la hicieron en ese diskolo local? De más esta decir k me emborraché. Por cierto ¿cuantos tatuajes tienes? Los placeres sin pekar siempre están a la orden del día, los otros, en mis sueños y en mi mano.
DANIEL

Tengo un solo tatuaje, pero estoy pensando hacerme otro aunke no me decido exactamente donde aún. ¡Ayudame kon eso! Ah, quería pedirte un favor enorme, ya se ke lo odias, pero please hazlo por mí, porke la verdad me importa mucho tu opinión. Chekea mi hi5, kiero ke veas si se nota mucho la diferencia entre las fotos de antes y las de ahora último, es ke me he hecho un par de kambios y komo tú no me konoces kiero ver si por foto se notan, plis!
D

Acabo de ver tus fotos en el odiado y acholado Hi5, no noto diferencias, sorry babe. Te dejé un comentario en una foto donde, segun tú, tu poto ha crecido.
DANIEL

Danielito, ¡te cuento!, el otro día mi amiga vió la emoción ke sentí kuando te ví en el msn y me preguntó kién eras. Le mostré tus fotos, y me dice: ¿de dónde se konocen?, y yo: es ke no lo konosko. Y puta se ha burlado de mí no sabes kómo, me dice que estoy loka! Bueno, keridísimo ya estamos hablando o mejor dicho escribiéndonos. No me abandones, no sufras mucho por mí, kuidate mucho y portate bien. Mil besotes y abrazos, y no te olvides de la apuesta.
D

Hola virtual D. Sorry la demora, recién tengo tiempo para responderte. Vengo de tragar en la cafeteria de la universidad, así k toy más lleno k la san puta. El microondas de mi cuarto se ha malogrado, y por eso, por obligación, tengo k gastar mis 8 cokeins en la cafetería, riko pero caro. En ocho semanas llegó al Perú, y si kieres nos podemos ir de viaje a algún recondito lugar de la costa, sierra y selva del Perú, claro si antes nos vemos, cosa k está en duda todavía. Lo k sí no esta en duda es k perdiste la apuesta. Ya fuiste. Me debes un riko chifa, y algo más. Con respecto a tu amiga, she sucks.
DANIEL

Puta madre, otra vez ese huevón. No entiendo, te juro ke soy buena persona, vivia para él y sus kosas, me alejé de un huevo de gente por pasarla kon él, no entiendo porké me tiene ke hacer esas huevadas. Nosé, pero la verdad necesito ke alguien me diga por favor ke hago?! Puta estoy en una depresión de mierda, todo el día lloro, sólo pienso en ké hacer pa hablar kon él, kómo le digo para volver, o nose lo ke sea, pero volver a lo de antes, pero sin mentiras. Sorry por contarte mis huevadas! Me voy a dormir, te escribo luego.
D

Bienvenida al club chola, yo soy el presidente.
DANIEL

Mi kerido novio virtual, ¿dónde andas ke no te veo? ¿Cuándo te puedo llamar?
D

¿Ya somos novios virtuales? ¿Osea ya podemos tener sexo virtual? ¿y tu ex? Me puedes llamar hoy, domingo. Ayer te kise llamar pero haciendo el packing se me perdió el papel donde apunté tu número, mándamelo otra vez ps. Hoy creo k estaré todas la noche en mi dorm, creo. A partir de las 9 ó 10, hora de aca, allá una hora más. ¿k tal tu fin de semana? ¿estas mejor? Ten paciencia chola y veras k las cosas van a cambiar. Mi fds estuvo normal, osea hasta las huevas. Faltan 6 días para llegar, y no se k carajos voy a hacer allá. Engrosaré, pues, la fucking lista de jóvenes desempleados, mierda!. Bueno chika, me voy al gym. Mucha pizza últimamente, es k ya me cansé de sopas Maruchan y frijoles en lata. Sonríe.
DANIEL

¿Dónde estas, Danielito? ¿Estás en kamino? Te mandé mi número por email. Llámame ni bien lleges.
D

¿Dónde está tu número? ¿En cuál email lo pusiste? ¿Existes? ¿y mi chifa?
DANIEL

Ver: Pequeñas Infidencias (1)

jueves, 30 de abril de 2009

¡El que falta, multa!

Si mi elefantiásica memoria no me falla, la primera vez k acudí a un concierto con una cantidad de gentes suficiente k me impidiesen observar el escenario, fueron en mis vacaciones semestrales de colegio de hace aproximádamente quince años. Cálculo, sin usar los dedos, que habré tenido 12 ó 13 años. En esas épokas, mi relación con la músika se resumía en un par de regalados cassettes piratas del payaso "Popy" y de los sambos de "Boys II Men", que se mezclaban entre tantos jueguetes oxidados en akella apolillada y recordada repisa de madera.

La otrora desaparecida y extrañada Feria del Hogar fue testigo, pues, de mi tardía inauguración como asistente frecuente a conciertos in live. El grupo k tokaba en esa oportunidad eran para mí unos perfectos desconocidos: los NSQ y los NSC. Mi mejor amigo, y ahora mi eterno angel de la guarda, Luis Eduardo, me propuso ir a ver al feo Romero y compañia. Nuestro status de provincianos monses y púberes de tan sólo 12 ó 13 años nos impedian ir al concierto solos. Así k convencí a mi mamá, k a su vez convenció, perdón, obligó a mi primo Roberto a k nos lleve y nos trajera de la feria. Mi primo, diez años mayor y nada cojudo, nos llevó, pero maldiciéndonos con la mirada. Esa no sólo fue la primera vez k fui a un concierto, sino también la primera vez k tomé un microbus solo, ya que primo, pendejo él, nos dejó solos en medio de la muchedumbre, aduciendo, misteriosamente, un insoportable dolor de muela.

Luego, durante mis époka colegial en la calurosa Talara, recuerdo tres conciertos, (y los únikos), memorables: Pedro Suarez Vértiz llegó a mi pueblo natal, no recuerdo casi nada del concierto, ni ké canciones tokó, lo úniko k recuerdo es k me dediké a puntear a todas las talareñas aguantadas k se avalanchaban por intentar tokar al cantante (tenía quince años, entiéndanlo). Luego, y hasta ahora no entiendo cómo y kién los llevó a Talara, llegaron los morenajes de Proyecto Uno y los marikitas de Los Fantasmas de Caribe, ¡en su mejor momento! Recuerdo la lokura k se armó, y la masiva concurrencia, acudí al concierto de los merengeros, pero confieso k una amebiasis, k casi me manda a mejor vida, impidióme k vaya a ver a los marikitas del caribe.

Ya establecido en Lima, y gracias a un acontecimiento históriko en mi pusilánime vida, las cosas (felizmente) cambiaron: Un cassette de la mejor banda k ha podido expectorar esta sociedad limeña, Leuzemia, k mi broder David había dejado en mi depa en una noche de rones, rones, rones, rones, rones, rones, rones, rones y más rones (y más rones) me metió al mundo subterráneo peruano. Gracias a mister Daniel Valdivia (a.k.a. Daniel F), este monsesazo provinciano descubrió, bien tarde, lo k era el rock and roll. Volvíme un religioso asistente a las tokadas nacionales. Con mi broder Espejito, bajábamos a todas los conciertos o festivales. Vestidos de negro, pelukones, sin afeitar (ósea con 3 pelitos) y con nuestras tabas All Star bambazas. Desde la Noche de Barranco hasta el lejano Huaralino, pasando por Quilca, Ate y demas populosos pero rockeros sectores. Los moretones, chichones, fisuras, heridas, embarradas, ensangrentadas after-pogo importaban poko frente a tanto buen rock y punk nacional.

De esa époka alucinada puedo resaltar un par de inolvidables conciertos que considero de los mejores a los que he asistido jamás: Leuzemia y la Sinfonika Nacional (ambos conciertos) en donde terminé llorando de la emoción, y uno del grupazo Por Hablar en donde también terminé llorando, pero porke mi ojo izquierdo chokó involuntaria pero directamente y a una velocidad nada prudente con un carrasposo y reseco codo en movimiento producto de un pogo brutal y cuasi sangriento.

Luego de mi époka punkeke, y bastante misia pero en la k me alimenté del mejor rock mundial, bajé un poko mis revoloteadas revoluciones. Según mi mamá ya era hora de dejar de ser un mantenido y tenía k buskar trabajo. Así k me corté el pelo, a lo colegial, me saké las pitas y chakiras, y regresé a la vida nomal y rutinaria. Ya no bajaba a las tokadas pero igual asistí a varios conciertos de mis ídolos ochenteros, léase Los Prisioneros, Hombre G, los Enanitos Verdes, Molotov, El Tri, Rata Blanca, etc, etc etc. La trova también me enganchó, con los conciertos de Silvio, Sabina y Delgadillo, y los famosos Trovadiktos con Daniel F a la cabeza.

En gringolandia, me presentaron a grupos amateurs y fui a un concierto-tributo a Johny Cash. Sin embargo por andar hueveando por allá, perdíme acá, casi sin perdón de Dios, los conciertos de Roger Waters, los Soda Stereo, los Doors (aunk sin Morrison ya fueron) y otros más k mi elefantiásika memoria no llega a recordar a estas alturas de la madrugada.

Sin embargo, no había banda o cantante megaimportante k viniera, venían los de siempre u otros ya en decadencia. Lima era la ciudad envidiosa, k miraba, triste y esperanzada, cómo los aviones de las megabandas pasaban por su cielo hacia otras latitudes sudamericanas, sacándonos la lengua y lanzándonos escupitajos flemosos.

Hasta k Dios se acordó de nuestra existencia y se dió cuenta de nuestro eterno sufrimiento. Ahora nos esta alegrando la vida mandándonos lo mejorcito de lo mejorcito, bandas k sólo en nuestros más wildest dreams soñábamos ver en vivo en tierras lorchas: Brian Adams, REM, Travis, No use for a name, Iron Maiden, Kiss, etc. (y esperemos un largo etcétera). Y hoy Oasis. No acudir a estos conciertos es un pekado mortal, imperdonable, inconsebible, incomprensible, inadmisible, inexcusable, incalificable, y todo adjetivo k empieze en in y acabe el able. A la gripe porcina me la porcino.

Así k señores, como diría el gran Daniel F en akel cassette k dejaron en mi depa esa noche de rones, rones, rones y más rones: ¡El que falta, multa!

Update: Gracias Oasis, por darnos una noche simplemente supersónika.

lunes, 6 de abril de 2009

El Drink Team

"Habla pues, ¿la u de Lima o la San Marcos?", me preguntó mi viejo hace más de 10 años en una de nuestras acotumbradas, desesperantes y monólogas charlas que mi progenitor solía darme religiosamente por lo menos una vez al mes. Charlas que resultaban una interminable tortura mezclada con una sobredosis de diasepan para un descarriado y pasivo adolescente como yo, pero k ahora las agradezco eternamente.

Yo acababa de egresar con ciertos cuestionables méritos del otrora colegio Punta Arenas de Talara. Mi condición de ejemplar ex colegial con futuro prometedor dábame la autoridad de elegir mi futura alma mater, la universidad donde pasaría los supuestos próximos 5 años de mi vida (en mi kaso fueron 6 años y medio, por trikero).

Al momento de esa pregunta de rigor, yo encontrábame estudiando en la webeable y socialista pre de la universidad San Marcos, preparándome para ser un exitoso Ingeniero de Sistemas (según yo, el haber pasado exitósamente todos los niveles de todos los juegos de computadoras de la époka, lease Prince of Persia, Starcraft, etc, me hacía un prospecto de Ingeniero de Sistemas, y como a la UNI era, es y será, imposible k ingrese, sólo me kedaba la San Marcos). Sin embargo, mi papá, un frustrado economista, kería k estudie Economía. Mi hermana ya estudiaba en la de Lima, así k la disyuntiva, entonces, se encontraba en ese rango de posibilidades.

Tenía, por lo tanto, menos de 5 minutos para elegir mi futuro. Ser futbolista, musiko y/o actor porno ya estaban descartados por razones anatómikas y biológikas. Así k mirando al techo sin levantar la cabeza, me puse a analizar la situación: elegir una universidad nacional podría asegurarme un carro último modelo o una(s) propina(s) generosa(s), k fácilmente podrían ser las virtuales cuotas mensuales k mi viejo se ahorraría si es k estudiaría en la universidad partikular, pero para mi papá (y para mí) un carro o plata son premios exagerados y superfluos para tan poko esfuerzo, eso sumado a la poka afición k tengo por manejar en esta ciudad polucionada, bulliciosa y llena como es Lima, hacía k el carro no sea una motivación extra. Así k me decidí por la otra univerdad, por los motivos ya mencionados y pork en esa époka, la U. de Lima y mi depa compartían el mismo barrio.

Así pues, ingresé (mucho roche ya no ingresar). Llegé a mi primera clase. Mi hoja de matríkula decía k este acojudado escribidor pertenecia a la sección 116 de toda esa promoción de nuevos y emocionados, agrandados y creídos cachimbos. Entre una muchedumbre de jóvenes pelados, barbones y pintones, y chikas flakas, bronceadas y tirables, encontré mi salon, el C-302 del pabellón de Estudios Generales. Era un lunes, y mi nuevo reloj Casio plateado k mi mamá me había comprado en oferta en Hiraoka, decía k eran las 7am.

El bonito y arrechable paisaje k había visto en los pasadizos, hizome pensar k podría encontrar sikiera una pekeña muestra de esas chikas en mi salón. Sin embargo, y contrariando la lógika, las caras y cuerpos k encontré no eran pues lo k este pelado y aguantado cachimbo había visto afuera. Fue como si la rectora hubiera juntado y metido intencionalmente en un mismo saco a todas las menos agraciadas de toda esa promoción de pitukas ingresantes. Y para terminar de romper mi ilusión, un conjunto de chikos con caras quijonescas, pirañescas y apavadas me miraban pensando lo mismo k yo, ¿dónde mierda están las chikas rikas? (no era difícil pensar k las chikas también se preguntaban lo mismo, pero con más desesperación, con respecto a los chikos).

Si hubiera habido un concurso de belleza, sin suda nuestro salón hubiera okupado el último lugar, sin lugar a reclamos ni apelaciones. Si también hubiera habido un campeonato de fútbol, seguro hubieramos estado entre los primeros (en el clásiko Campeonato Anual de Cachimbos, los penales fallados nos sacaron en primera ronda, injustamente). Pero de lo k sí estoy seguro k hubieramos kedado campeones, y con goleadas de escándalo de por medio, era en el Campeonato de Fulvazo (más específicamente torneos de ron-eadas y punto-g-eneadas), ahí sí no nos ganaba ni Waldir y cía.

Después de un exhaustivo y resakeable casting, encabezado por el chiklayano, se armó lo k fácilmente se hubiera denominado el Drink Team. Los suertudos elegidos eramos una mezcla de muchachones de todos los tamaños y colores (se obviarán sus verdaderos nombres para evitar represalias por parte de las parejas y esposas de los seleccionados): Perrochino, Chupeteyuka, Petete, Aurich (el chiklayano), Jhony Orozko, Aybar, Christian y yo, eramos los titulares habituales. Luego seguían una lista de suplentes, como el Chino, Huicho, Sierra, Pepito, y otros entusiastas postulantes k kerían formar parte del team, pero al primer casting, tiraban la toalla y abandonaban el proceso, previo vomito monumental. Una decisión totalmente entendible.

Así pues, armamos un grupo de descontrolados universitarios, amantes del futbol y el fulvazo. Mi depa era nuestro cúbil y los huecos de Barranco (sí, yo también he ido a Barlovento) nuestros campos de batalla, donde siempre saliamos airosos y victoriosos. Luego, semestres más adelante, ya con la experiencia ganada, nos fusionamos con otros Drink Teams, pero ese ya es otra historia.

Pero como el finadito Lavoe dice: todo tiene su final, nada dura para siempre. La edad, las responsabilidades, los nuevos trabajos, los viajes, y las metidas de pata, hicieron k nuestro Drink Team se desvaneciera, las frecuentes salidas se hicieron menos frecuentes y las cantidades de cerveza se minimizaron. La lógika primó. Cada uno siguió su camino, pero las anécdotas (no te preokupes Chupeteyuka k nunka contaré cuando orinaste mi closet pensando k era mi baño, ni tampoko contaré, Perrochino, cuando te filmamos tirándote a esa gorda lesbiana,) y la amistad siempre estarán ahí.

Justo la semana pasada, nos reencontamos después de muchos meses con algunos de los sobrevivientes de nuestro equipo, ya todos profesionales, más gordos y más feos. Después de chelear, ya en un lugar más decente y caro, y recordar esos tiempo lejanos, llegé a mi casa como casi nunka llegaba en esas épokas, es decir, consciente. Me cepille los dientes, y mirando en el espejo mi boka espumosa y mis cachetes inflados, recordé la pregunta de mi viejo. La respuesta no pudo ser la mejor.

----------------------------------- o ----------------------------------------

PD.- Hoy cumples dos meses en el cielo, Luis Eduardo, la vida continúa y hay que disfrutarla. La vida podrá ser mejor o peor, eso no lo sé. Pero lo que sí sé, es que ya no es, ni será, la misma.

miércoles, 11 de marzo de 2009

It sucks to be me

Todo comenzó el jueves 24 de diciembre del año pasado. Era un poko más de mediodía y yo acababa de llegar a mi kasa de hacer las compras navideñas. Estaba, para variar, renegando por la cantidad de gentes k esperan las últimas horas para hacer las compras, pero también andaba feliz, contento, y satisfecho. Era la primera vez, y también la última, que compraba regalos de navidad hasta para el guardián de la cuadra. Llegar a mi casa con bolsas de regalos me enorgullecía, me complacía. "K bueno y dadivoso k soy, esta navidad seré el Papa Noel de la familia," (y no precisamente por la panza), me decía a mi mismo.

Sin embargo, y mientras veía, feliz y por cuarentaytresava vez, Ben-Hur, mi viejo, viejísimo, celular empieza a sonar. Un número privado me alertaba k algo raro estaba por ocurrir. Esa advertencia, sumada a mis numerosos y amargados acreedores, k suelen llamarme con números privados, hizóme k ignorase el cumbiambero sonido de mi viejo, viejísimo, celular. Sin embargo, y debido a k no contesté, el insistente interlokutor dejome un mensaje de voz: "Daniel, soy Arturo, te estoy llamando y no te ubiko, porfa, revisa tu email (pronunciado en inglés por favor: í-meilll, con tilde en la í), ha salido una chambita y keremos k nos ayudes, gracias" y me colgó, sin acordarse de k casi era noche buena. (N.deR.: Arturo es mi jefe). De inmediato, y tamadreando al huevón ese, prendí la laptop y revisé mi ímeil. Me cagó la navidad el conchesumare. Me pedían k vaya a trabajar el 26 y 27 de diciembre (por si no lo recuerdan, esos días caían viernes y sabado, y ya estaban destinados a marmotear panzurradamente). Desde ese día mi vida se cagó.

Los días posteriores a akel acuse de recibo fueron demoledores, stresantes, titánikos, abusivos, injustos. Para muestra un botón: mientras todo el Perú se preparaba con ansias para despedir el año viejo, este humilde weboncio se peleaba con el Excel y la calculadora financiera frente a una computadora (o como dice mi jefe: computador) de mierda. Aparte de los sufridos, sacrifikados y admirados watchmen (a.k.a. wachimanes), akella noche del 31 de diciembre del pasado y pluscuamperfecto año, debí ser el úniko ser humano laborando en alguna vacía oficina de algún vació edificio de algún casi vacío distrito limeño. En esos momentos sólo me kedaba reir, para no llorar. Pokos minutos antes de la medianoche pude acabar, parcialmente, con mis labores, sin embargo no tuve mucho tiempo y pasé el año nuevo chupando un champagne caliente con el taxista k me llevaba a la casa de playa del sur k, por las huevas, he alkilado.

Esta abusiva avalancha de trabajo, k me ha chorifikado todo el tiempo libre y me ha privado de los placeres más suntuarios, ha héchome pensar muy seriamente en mis estudios, mi carrera y en mi trabajo. O sea (¿se dice o sea, ósea, u osea?), ¿vale la pena trabajar tanto?, ¿el sueldo justifika la explotación?, ¿trabajar siete días a la semana hasta muy tarde significa ser responsable, proactivo, o eficiente?, ¿me van a ascender por laborar mucho?, ¿pork yo trabajo tanto, y no así otros compañeros?, ¿debo ganar más, o trabajar menos?, ¿debí estudiar en una universidad nacional?, ¿mi carrera, Economía, justifika trabajar más de 12 horas diarias?, ¿pork si trabajo mucho, no me alcanza la plata para casi nada?, ¿asi les pasa a todos los k recien empiezan a trabajar, o me han agarrado de huevón?, ¿pork estudié esta carrera?, o mejor ¿pork carajos estudié? Las respuestas no están muy claras... aún.

Pero luego de ver la Champions y al carilindo de Cristiano Ronaldo, al chato Messi, a Beckham, a Kaká, y toda esa urbe de deportistas papacitos, rikos y k se levantan a modelos más rikas k el pan con mantekilla Dorina, las interrogantes, casi todas, se me han esclarecido: debí ser futbolista.

Sí, debi ser pelotero, debí seguir mis instintos del diez maradoniano k llevaba adentro cuando era un chibolo pistero. No debí hacerle caso a mis viejos cuando me decían k debía estudiar en una universidad prestigiosa y convertirme en un economista respetado, ¡la universidad y la economía, mis pelotas!. Si hubiera sido futbolista, ahorita, a mis 26 años mal vividos, no estaría maldiciendo mi cariacontecida y apesadumbrada vida.

Pero en estos momentos sólo en mis más wildest dreams puedo jugar pelota (con mis pelotas nomás). El tiempo brilla por su ausencia, y las energías al final del día sólo alcanzánme para aguantar el tráfiko limeño. Ahorita mis deseos, no sexuales, y la realidad difieren mucho, son como el agua y el aceite, negro y blanco, norte y sur, Eisha y Agua Dulce. En vez de ser un futbolista riko y levantamodelos, soy un economista explotado e impotente. Y me perdonarán k me despida, pero siendo las 8.54PM (P.M. osea post meridiem, osea ya es de noche, osea ya va empezar Magaly TV, osea k mientras yo escribo esto, tú estas en el cine comiendo canchita con tu flaca o flaco, o tirando con la trampa en algún telo linceano, felices ustedes, malditos), de un miércoles bulloso y caluroso en Lima, este huevoncio escribidor tiene k trabajar. Sí, a trabajar. Sólo me keda reir, para no llorar. Mi vida realmente sucks.

Aunke después de ver este video, ya me siento mejor.

Avenue Q - It Sucks To Be Me

lunes, 23 de febrero de 2009

Juegos de azar

Siempre, o casi siempre, fui un chiko intrépido, arriesgado, y pendejo. Me creía el inmortal, el intocable, el omnipotente. Por ello, cuidarme no era parte de mi rutina. Siempre creí k el espiritu santo era el mejor doctor de cabecera k pudiera tener. Siempre pensé k mis pendejadas nunka serían descubiertas y por ende nadie tomaría represalias mortales para conmigo. Siempre pensé k todo lo k no te mata, te engorda (literalmente, en mi kaso mi agelatinada panza puede dar fe de ello). Confieso y acepto, sin mucho orgullo, k ciertas acciones mías carecían de prudencia y responsabilidad, pero aún así, nunka le tuve miedo a nada.

Nunka me importó, por ejemplo, meterme brebajes de dudosa procedencia, lo importante era divertirse, el hígado, el estómago y las neuronas a la ñoña. Nunka me importó k una amebiasis, k me hizo cagar hasta lo incagable, por comer mayonesa malograda, casi me desapareciera del mapa, lo importante era volver a saborear esos sanguchones de a luka, a la mierda el estómago. Nunka les di importancia a las gripes, resfríos, conjuntivitis, principios de tifoidea, nauseas, diarreas, granos, manchas, o cualkier inexplikable dolor k brotase de alguna parte de mi diminuto cuerpo, el Espíritu Santo, solito él, se encargaría de ahuyentar todas mis enfermedades (y sin rezos de por medio). Nunka me importó meterme a zonas aún no bautizadas por Dios, lo importante era tonear con la gente popular. Nunka me importó caminar solo por callejuelas oscuras y desoladas a altas horas de la madrugada en distritos no muy estétikos ni turístikos, lo importante era ahorrarse un par de lukas para el sanguchón, chifa, o caldo de gallina (sin presa) correspondiente. Nunka me importó jugar pelota con el brazo y el dedo fracturado, lo importante era ganar la apuesta. Nunka me importaron los taxifugas, sanguchonfugas, chifafugas, cebichefugas, polloalabrasafugas, cervezafugas, etc, lo importante era sentir la adrenalina de sentirse perseguido. No me importaba irme a dormir sin cerrar puertas ni ventanas, lo k importaba era dormir. Era, o eramos, pues, la versión chola de Juan Sin Miedo, la hierba mala k nunka muere. Nunka me importaron las consekuencias d mis actos, y nunka me pasó nada, suerte talvez. No hay sin suerte, dicen.

Cuando mi mejor amigo se fue al cielo, la valuación, valoración, ponderación k tenía de MI vida cambió, es inevitable, me gusta estar vivo, no me gustaría no estar vivo. Sin embargo el concepto k tengo de lo k es vivir se ha confirmado, si antes sólo creía k era un marikón con suerte, pues ahora esa hipótesis esta reafirmada, aunk parcialmente, pork marikón aún esta por verse, pero que he tenido suerte, y mucha, sí es verdad. Y si tú estas leyendo esto, es pork también eres un ser humano con suerte.

Ahora estoy convencido k la vida es un juego, un juego donde hay ganadores (los k llegan a viejitos) y perdedores (los k, como mi mejor amigo, se van antes de tiempo), pero a diferencia de otros juegos, en este juego las posibilidades de ganar o perder no dependen de la habilidad del jugador. Este juego no advierte estrategias, ni buenas jugadas, las trampas no importan. En este juego no pelean malos contra buenos, ni buenos contra malos. En este juego nadie compite con nadie. En este juego no hay segundas oportunidades, no hay chepis ni mantequillas. En este juego no ganas vidas, ni bonos, ni nitros, sólo tienes una vida y si pierdes, game over forever. Es por eso k este juego, este k llamamos vida, es un injusto y maldito juego de azar. Un juego arbitrario en donde uno solo decide kienes continúan jugando.

Nosotros nunka decidimos ser partícipes de este juego, el azar nos mete, de los millones de espermatozoides k tu viejo eyaculó en ese día de pasión con tu mamá, tú fuiste el elegido, pero ¿alguien te pregunto si kerias ser parte de este juego?. Dios, si es k existe, te preguntó acaso: ¿oye kieres jugar? No lo creo. La únika regla en el juego de la vida, es k no hay reglas. Y eso la hace un juego injusto pork no ganan los bueno ni pierden los malos, no gana el mejor ni pierde el peor. El azar decide kien se va y kien se keda. Dios, si es k existe, decide kien se elimina. Dios, si es que existe, elige, diariamente y al azar, kien morirá hoy o mañana, a kien le dara cáncer, sida o tuberculosis la proxima semana, él decide kienes se matarán, y kienes matarán. En este juego, el azar de mierda te elige, y si te tokó, perdiste. Una mierda ese barbón. Ahora entiendo pork aveces los buenos se van.

El Juan Sin Miedo cholo, ahora, tiene miedo. Sólo pensar en k estoy metido en un juego no imparcial me asusta, me aterra. Es un crimen k te metan al juego, un juego precioso y lindo como es la vida, y luego te boten sin merecerlo. Es una maldad. Creo k la vida debería ser más justa. Creo k Dios, si es k existe, debería ser más justo.

Deberíamos, todos los jugadores, malos y buenos, unirnos y hacer una protesta global para sacar de este juego a ese arbitro vendido. Deberíamos enseñarle lo k a todos nosotros nos enseñaron en nuestra clase de Ciencias Naturales (o Anatomía o Biología, nosé): k el ser humano nace, crece, se reproduce, (el proceso más riko, sin duda) y recién ahí, muere, y k esos procesos son intrunkables e intransgredibles. Si Dios, si es k existe, hubiera sabido eso, ahorita no estaría extrañando a mi mejor amigo.

sábado, 13 de diciembre de 2008

Imposible no kererlos

Soy economista, perdón, bachiller en Economía (pork jalé mi examen de titulación, y presumo k jalaré todos los exámenes de titulación habidos y por haber, pork como ya he repetido varias veces en este blog: para estudiar no he nacido. Y si logré acabar el colegio entre galardones y diplomas y graduarme orgullosamente de una universidad no fue precisamente pork era un asiduo ratoncillo de biblioteka ni un afanoso estudiante (mis únikas amanecidas durante mi époka universitaria fueron las brutales juergas de fines de parciales y finales), sino fue pork, y perdonarán mi humilde soberbia, soy medianamente inteligente y harto bueno con los números (mis medallas doradas y diplomas no me dejarán mentir); y pork para los prestigiosos y enternados profesores de la pispirinais Universidad de Lima este humilde escribidor no es de su total, ni parcial, agrado), pero no me veo ejerciendo esta prestigiosa y enternada carrera toda mi enternada vida. Y no pork sea aburrida, pork no lo es, ni tampoko pork odie usar ternos, al contrario, me encanta, y disfruto ponerme terno todos los días, y más áún mis coloridas corbatas, de la cuales, por cierto, me he vuelto el más incontrolable coleccionista, sino pork siento k no es mi eterna vocación, no es mi destino, no es mi camino, no es mi futuro. Si empezé a estudiar esta prestigiosa y enternada carrera fue por una cuestión lucrativa y posera.

Y justo de eso hablaba hace varios días con una gran amiga. "Oe 'ona, ¿sabes qué?, yo pienso trabajar hasta máximo los 35, ahorrar plata y mandar toda esta formalidad al carajo", le digo, mientras veía por quinta vez "Saw 4" (para poder comprender "Saw 5"), pero sin llegar aún a entender ninguna. ¿Y k kieres hacer después?, me pregunta mi amiga mientras adormita en mi clásiko mueble rojo. "Nosé, irme al campo y vivir con miles de perros", le respondo mientras le doy un beso con lengua a Calí, mi chihuahua.

Creo kreer k ese es mi destino, criar perros, vivir en un casa inmensa con perros de todos los colores y tamaños, chuskos y finos, machos y hembras, feos y bonitos. todos. Darles de comer, de beber, y jugar con ellos. Salvar perros de una muerte segura en alguna calle o carretera limeña, o de alguna minúskula y sucia jaula, me haría feliz. Esa será mi labor en este planeta, mi tarea para siempre. Seré el papá de todos los perros, el perro mayor, el perrazo.

No sé en k momento empezé a kerer a los perros. Asumo y presumo k fue cuando un amigo mío regalome por mi cumpleaños, hace más de diez años, una Collie color amarillo preciosa, clon de la perrostar Lazie. Pucky, ese horrible y desubikado nombre le pusimos, se convirtió desde ese momento en mi mejor y fiel amiga. Yo era un púber varón k recien salía del cascarón de la infancia, y Pucky, con sólo su infalible y muda presencia, fue la únika k supo escuchar mis más íntimos y adolescentes secretos, y los guardó, leal como ella, hasta k Diosito se la llevó. La extraño mucho.

Luego vino Calí y confirmé k los perros son más humanos k nosotros. Si no tengo más perros en casa es por la negativa de mi madre, pork trankilamente en kasa pueden entrar por lo menos 10 perros, viviendo felices y contentos, conversando entre ellos, contándose (ladrándose) las buenas nuevas. Yo sería el más contento de todos pork tendría, por fin, 10 fieles amigos. Ya no tendría k llamar a nadie para k me venga a hacer compañía con un par de chelas o una pizza; ya no tendría k gastar mi saldo llamando a algún humano para contarle mis habituales penas y tristezas; tampoko tendría k convencer a alguien para k me acompañe en mis maratones sabatinas; y ya no necesitaría un despertador ekectróniko, tendría diez despertadores gratis, k me levantarán como a un bello durmiente, con besos y más besos; tampoko tendría k molestarme en gritar cada vez k entro a mi casa para asegurarme si hay alguien por ahí, pork los perros, mis amigos, harán carreras para recibirme; y tampoko tendría k buskarme a alguna perra humana con kien dormir, pork tendría muchas perras lindas k se pelearán por un rinkón de mi cama. ¿Para k más pues?

Y también lucharé por kitarle esa mala fama k injustamente les han achakado a los perros y perras. Osea,¿pork a los chikos malos, infieles y floreros nos dicen, perdón, les dicen despectivamente "perros"?, si lo k caracteriza a un perro es justo su lealtad y su inocencia. De igual manera, ¿pork a las chikas malcriaditas y algo fáciles les dicen prostitutamente "perras"?, si lo k carateriza a una perra (hembra del perro) es su aversión al sexo (sólo tiran pork su amo la encierra en un cuarto con un novio impuesto a la fuerza).

Esas serán, pues, mis labores en mi new life post economista, perdón, post bachiller. "Me parece muy bien Dani, los perros son lindos, sólo les falta hablar nomás", me dice mi amiga, previo bostezo de hipopótamo. "No chola, yo creo k a nosotros nos falta ladrar", le respondo mientras le tomo una foto a la Calí.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Volviendo

Un importante pero innecesario examen de titulación, k por cierto jalé injustamente. Un nuevo y más exigente trabajo, k me deja como si me hubiera metido un faenón sexual con un par de chikas rompecatres. Las resakas, gracias a sólo unas pokas cervezas sabatinas k me tumban todo el domingo como enfermo en cuidados intensivos. Tres hipnotizantes y pirateados libros, los cuales he devorado con hambre de vagabundo. Las religiosas pichangas domingueras, k por cierto me han originado una severa lesión k podría peligrosamente adelantar mi retiro de las canchas futboleras, todo por disfrazarme de chibolo sub-20 y hacer un atrevido e indebido dribbling maradoniano k hace 10 años me salía a la pefección, pero k ahora me dejó en total ridíkulo y me desagarró media pierna izquierda, dejándome práctikamente paralítiko. La falta de ganas, mas no de ideas, producto de todo lo antes mencionado. Y mi característica e insistituible pereza, k me empujan a dormir como buchisapo más horas de las necesarias (esas k no duermo en las noches) han sido las únikas culpables de mi ausencia de la canchas bloggeras. A todas ellas las declaro culpables. No fueron, pues, chikas cariñosas ni alguna inesperada nueva enamorada las culpables de mi alejamiento, como sospechaban mis pokas incautas, inocentes y celosas fanátikas (osea un par de cieguitas k rondan por ahi), sino fueron otras externalidades más importantes k el moribundo e invisible amor.

Es decir, si no eran las responsabilidades académikas, k me demandaban más tiempo de lo normal (ya k yo nosé para k carajos habré nacido pero para estudiar nikagando), eran las responsabilidades laborales, que debido a mi nuevo trabajo y a mi poka capacidad de captación, me costaba más esfuerzo y tiempo. Y si no eran responsabilidades algunas, eran acontecimientos fortuitos, como por ejemplo, las resakas y las lesiones, producto de tres o cuatro latas de nocivas cervezas, o producto de irresponsables ejercicios extremos, k me mandaban, directo y sin escalas, a mi diminuta cama a descansar en el más absoluto reposo. Ello juntado a mi invencible flojera, hicieron k este ausente por tanto tiempo.

Es que según este modesto blogger, para escribir y publikar posts relativamente largos (razón número 2 por la cual casi nadie me lee, la 1 es pork escribo huevadas) se necesitan dos cosas k el dinero no puede comprar (y si aún lo pudiera, no la hago pork ando más endeudado k Don Ramón): tiempo y ganas. Y estos últimos treinta días de noviembre no han sido tan dulces como la película, al contrario, se juntaron hechos k hicieron k el tiempo y las ganas sean las dos cosas k más deseaba en esos momentos. En estos últimos treinta días de mi aburrida existencia he tenido k robarle horas a las horas y ganas a las ganas para poder cumplir con mis metas a corto plazo, las cuales cumplí a medias nomás, pero dejando todo en la cancha, con dignidad y gallardía, con sangre, sudor y lágrimas y con la frente en alto.

Tanto tiempo estuve divorciado de los blogs k varios precupados y fieles amigos me lo recordaban: la semana pasada me encontré con un broder en un pub barrankino, yo recién había llegado y él ya con varias copas de más, me abrazó y con una turra k delató su preferencia al ron y mojándome toda la cara con su saliva me preguntó, casi rompiéndome los tímpanos: oe chato marikón, ¡¿pork carajo ya no escribes en el blog?! (yo ni enterado k lo leía). Otro amigo, talareño él, me reclamó varias veces y airadamente k escribiera algo pork no tenía nada k hacer y se aburría en la chamba, como si su productividad laboral dependiera de las huevadas k públiko. Imberbe, preocupadísimo él, me preguntó, mediante un comentario, dónde me había metido. Tanta fue mi injusta indiferencia para con este espacio virtual que tuve que hacer esfuerzos sobrenaturales para recordar la contraseña de este blog.

Pero ya se acabó el recreo. He vuelto. Ya no hay exámenes en el horizonte ni imprescindibles responsabilidades laborales. Ya dormí y recuperé las horas k las frías madrugadas limeñas me robaron. El tiempo ha regresado de la mano con las ganas, y akí estoy, nuevamente, alimentando un blog k casi nadie lee, inventándome historias reales y escribiendo cuentos irreales, vomitando mierda y más mierda, burlándome de todos y de mí, y alucinándome, otra vez, k soy un reconocido y millonario escribidor.

jueves, 16 de octubre de 2008

Quiero ser congresista

Todos los meses, días antes de recibir mi flacuchento sueldo, suelo elaborar un presupuesto harto detallado y austero de mis futuros gastos e ingresos operativos y financieros para tratar de ordenarme económikamente (como ¿buen? economista k según mi diploma de bachiller dice k soy) y así volar, paulatimante, mis malditas y eternas deudas, y ahorrar un cantidad respetable de dinero, y llegar a fin de mes sin tener k fingir de limosnero. Pero esta vez kise hacer un experimento bien bonito y arriesgado, inspirándome en akellos keridísimos personajetes de saco y corbata k hacen y deshacen las leyes a su antojo, como grandes penderejetes.

Así k no bien recibí mi paupérrimo salario, el mencionado presupuesto lo mandé al carajo. La planeada austeridad me la pasé por los huérfanos, y así empezé mi experimento: mi lado gay salió a relucir bien marikamente y me convertí en una compradora compulsiva, que ofertas ni que días R Ripley, de frente nomás, sin mirar precio. Full ropa. La tarjeta de crédito, antes odiada, ahora era my best friend. Los supuestos pasajes en combi se convirtieron en taxis seguros (no de la calle, no, no seas cholo, taxi San Borja, ubíkate). Los presupuestados menús y chifas fueron reemplazados por parrilladas, ceviches, pizzas, buffets y demás comidas gourmet. Las chelas k planeaba tomarme, fueron en realidad wiskies, caipiriñas y pisco sours. Los martes de cine pasaron a ser fines de semana de teatro y conciertos. A las diskotekas, sólo zona Vip, sino alaos broder. Y hasta falté al trabajo un par de veces para irme de viajecito por algún balneario de nuestra ciudad.

El millonario experimento me duró menos de quince días. Trece para ser exactos. Trece días de gastos superfluos y rimbombante comodidad. Trece días en k imaginé y soñé k mi sueldo era mi propina para mis gastos operativos. Trece días en k aluciné ser un pendejo congresista.

El experimentó cadukó al treceavo día pork cada fin de mes no recibo los jugosos siete mil lukas k recibe la otorongueada parlamentaria, y mucho menos recibo oooootros siete mil soles de propina para mis gastos otros, es más, ni propina me dan. Ya estoy viejo para k mis papitos me esten dando para mis pasajes o mis almuerzos. Para eso trabajo pues, para eso es mi sueldo. A los congresistas, encima k son unas tira de ratas corruptibles, les tenemos k dar de comer en la bokita, darles su propinita para k se vayan de viaje, o para k se coman cuatrocientos pollos en un dia y/o para k lleven a comer chifas a toda su bandada de amigotes. Esta mierda, estos mierdas lo hacen por cinco años, todos los meses, todos los días. Yo ya nose si reirme o llorar, o reirme para no llorar.

Osea, ¿por las santas huevas estudié en colegio y universidad partikular, invirtiendo tiempo y dinero, para k estos cojinovas, muchos de ellos sin secundaria completa, ganen el triple k yo y encima vengan a tirarse mi plata en huevadas? No forniken pues, nisikiera trabajan eficientemente, seguimos siendo un país corrupto, pobre, tercermundista, subdesarrollado. Hasta Bolivia nos golea. No jodan pues.

Ahora k acabó mi experimento, he regresado a ser lo k soy, un ciudadano más, un obligado votante, un orgulloso apolítiko, un triste peruano k tiene k chapar su combi y pagar su menú, un pobre huevoncio k tiene k trabajar como negro para ganar como cholo, y endeudarse para poder estudiar o pagar sus gastos, esos gastos k tú, pendejo congresista, no pagas.

Así k mi fuckin gracia me salió carito, y ahorita mientras escribo, molesto e impotente, estas líneas, estoy en el messenger tratando de convencer a algún inocente, solidario y bien remunerado amigo k me preste una importante cantidad de nuevos soles para poder pagar las malditas deudas k adquirí por disfrazarme de congresista. Pero parece k la búskeda del generoso amigo resultará infructuosa, improductiva, una verdadera pérdida de tiempo. Mis habilidades de convencimiento serán inútiles, nisikiera mis antiguos poderes y aptitudes de vendedor de tarjetas de crédito podrán ayudarme. Ni el más pituko y acongresistado de mis amigos kiere prestarme sol alguno, ni las buenagentes de mis amigas. Creo k mi pasado tormentoso, mentiroso y moroso, injustamente, me condena. Debí pensar en eso antes de hacer mi experimento. Ya tiré la toalla. Knock out. Tamadre. Mis nuevas deudas, entonces, seguirán intactas, inmóviles, inamovibles, gruesas, viejas y jodidas hasta nuevo, y al parecer lejano, aviso.

Cuando era un niño, con dudas pero sin deudas, mi mamá me preguntaba que quería ser de grande, yo le respondía, con esa inocencia k aún me caracteriza, k kería ser astronauta o futbolista como Pelé. Si hoy me vuelve a preguntar lo mismo, yo le respondo, sin dudas pero con hartas deudas: "mamá, de viejo kiero ser congresista"